Servicio

IMAGINERÍA

«La escultura no consiste en el simple labrado de la forma de una cosa, sino el labrado de su efecto.» John Ruskin

La imaginería es una especialidad del arte de la escultura dedicada a la representación plástica de temas religiosos propios de la religión y cultura católica. Estas representaciones tienen una finalidad devocional, litúrgica, procesional o catequética.

Las primeras manifestaciones escultóricas del Cristianismo se remontan al siglo III d.C., aunque con un mayor carácter simbólico. Sin embargo, no fue hasta el Concilio de Trento (1545-1563) cuando el arte sacro toma el protagonismo que tiene hoy en día. El motivo se debe a la contrarreforma Protestante, donde, el Catolicismo, para oponerse a ella, le dan gran importancia a la devoción de manifestaciones artísticas.

A partir de entonces y, sobre todo en España, los artistas estaban al servicio de la Iglesia. Gracias a ello, surgieron diferentes escuelas de escultura en todo el territorio nacional, con artistas crearon los cimientos de la imaginería actual: Gregorio Fernández, Pablo de Rojas, Juan Martínez Montañés, Juan de Mesa, Pedro Roldán, y un largo etc.

Por tanto, la imaginería es un arte muy complejo. Personalmente, me gusta hacer separación entre el escultor y el imaginero. El escultor es aquel que hace arte jugando con las 3 dimensiones, indistintamente de los sentimientos. Sin embargo, el imaginero no debe de representar la realidad de un hecho histórico con formas naturalistas, sino que sus imágenes transmitan sentimientos de devoción y piedad. Cuando una persona ve una imagen del Señor de su Santísima Madre, sea creyente o no, tiene que conmover algo por dentro. Es lo que llamamos “unción”.

Proceso creativo

Para la realización de una imagen, en primer lugar se hace un boceto en barro para que el cliente vea si encaja con su idea y si le gusta y de el aprobado.

Tras la respuesta afirmativa, la imagen se talla en madera. Por lo general, se usa madera de cedro ya que es una madera con olor y sabor amargo que repele a los insectos xilófagos. Es, por tanto, la mejor madera para asegurar la buena conservación de la imagen.

Terminada la fase de talla, la madera se tiene que tratar y preparar con cola animal y estuco para poder recibir la policromía al óleo.

Una imagen se da concluida con los elementos postizos, como son las pestañas de pelo natural, lágrimas de vidrio, pelucas de pelo natural, entre otros.

En mi taller se combinan métodos tradicionales con aportaciones actuales. Gracias a mi formación universitaria en Conservación y Restauración, puedo emplear materiales y herramientas más contemporáneas probadas técnicamente que aseguran una mejor conservación y perdurabilidad de una imagen, gracias a su estabilidad y compatibilidad.

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