La imagen era considerada de Post-Guerra, obra del escultor Juan Asenjo García. Sin embargo, tras la intervención se ha descubierto que se trata de una imagen posterior intervenida por el mencionado autor.
Estructuralmente la talla se encontraba en muy mal estado de conservación, donde el candelero realizado no tenía estabilidad y los ensambles de la imagen en sí estaban todos abiertos. La capa pinctórica, mostraba restos de resinas aceitosas, como bálsamo labial en toda la encarnadura de la cara, además de maquillaje. Por último, la imagen tenía añadidos posteriores de escayola en todo el pelo, mejillas y nariz.
La intervención ha consistido en cambiar el cuerpo de la Virgen por uno con una forma más agradecida para vestir, realizado en madera de pino, con un candelero que le aporte estabilidad estructural. Se han retirado todos los clavos internos oxidados y asegurado todos los ensambles. También se han eliminado los añadidos de escayola, sustituyéndolos por pasta de madera, siendo un material más estable y compatible con el soporte de la escultura. La capa pictórica se ha limpiado y se han sacado a la luz restos de la policromía original. A partir de estos, se le ha realizado una nueva policromía, recuperando el aspecto que un día tuvo la imagen. Por último, se han limpiado las lágrimas de cristal que mantenía y se han realizado nuevas lágrimas para reponer las que se perdieron. Además, para completar la imagen, se le han conlocado pestañas de pelo natural hechas a mano.
