Esta pequeña Virgen de las conocidas como “cap i pota” (cabeza y pies) realizada en madera se encontraba en un pésimo estado de conservación donde la humedad ha sido la protagonista.
En primer lugar, la madera se había abierto ocasionando dos grandes fendas longitudinales, ocasionando la separación del tronco con el tramo inferior. El estuco perdió la adhesión con el soporte y la cohesión entre sí llegando, incluso a desintegrarse en gran parte de la imagen. Además, la policromía presentaba levantamientos y desprendimientos ocasionados por la humedad. Los clavos de sujeción de los brazos ya se encontraban en un avanzado proceso de oxidación. Cabe mencionar la no correspondencia de las manos con la propia imagen.
La intervención se basó primero en fijar la policromía para evitar que se siguiera desprendiendo. Tras esta consolidación, se siguió con la limpieza de la misma, eliminando repintes y masillas de alguna intervención anterior. Después se continuó con el estucado de todas las lagunas, asegurando una buena adhesión. Las grietas de la madera se consolidaron y rellenaron con pasta de madera, evitando que vuelvan a salir. Por último, a nivel estructural, se encoló el tronco con la mitad inferior mediante una espiga. La reintegración cromática se ha llevado a cabo con técnica acuosa y pigmentos al barniz.
También se ha realizado un nuevo juego de manos acorde a la imagen, de las catalogadas como “de tenedor”, en pasta polimérica y madera. En este caso, la policromía se ha realizado al óleo. Los brazos, también de nueva factura, se han realizado con articulacion en el codo con sistema de bola, en madera de haya. Al igual que las manos, tienen un tamaño proporcionado con la Virgen.